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Charla con Raúl Carrillo


¿Cual es tu primer acercamiento al jazz?, ¿Cómo empiezas en la música en general?
Pues en la música comencé con un vecino, fui con un amigo para andar en patineta y su hermano mayor lo tenía castigado, entonces lo tenía estudiando guitarra, de castigo. Entonces yo llegué y dije: “Pues deja lo espero”. Me senté ahí y para humillarlo, para humillar a mi amigo me dijo: “A este pendejo yo creo que si le sale. Y yo pues, estaba viendo el círculo de Do y vi las pisaditas que le dibujó entonces me dió la guitarra para humillar a mi amigo, entonces agarré la guitarra y toqué el círculo. Entonces acabé y yo sentí algo y le dije: “Oye, ¿me enseñas? “. Entonces me dijo: “Si, porque este es un pendejo, no sirve, o sea mi amigo, el de mi edad. Y ya de ahí yo tenía una guitarrita, se me hacía extraña porque era muy chiquita y resulta que era un requinto, pero yo pensé que simplemente era una guitarra chiquita.

¿Y la tenías en tu casa?
Ajá, era de mi hermano y le dije “Oye pues está guitarra qué onda?”, y me dice: “Ay que rara, pues está chiquita” y la afinábamos muy mal porque la afinábamos normal y no es así. Y ya, empecé ahí con aprender círculos, cantábamos de José José y todo eso. Y me empezó a interesar mucho y me metí al taller de la UDG, creó que iba los sábados, entonces aprendí un poco de nota y un día que estaba en el centro vi un cartel que decía: “Concierto de Aranjuez con Paco de Lucía” y yo no sabía quien era Paco de Lucía. Fue en el cabañas y me compré un boleto, fui y pues se me hizo increíble, y yo ya me iba porque pensé que ya se había terminado el concierto porque ya había tocado el Concierto de Aranjuez y un señor que estaba a un lado me dijo: “¿Ya te vas o qué?” le dije que si porque según yo ya se había acabado y me dice: “No te vayas, ahorita viene lo mero bueno”. Entonces quitaron los instrumentos, sacaron dos sillas más y entraron dos alumnos, eran dos alumnos de él, de España, y se pusieron a tocar. Entonces yo ya dije: “¿Qué es esto”?. No podía ser cierto lo que empecé a escuchar. Y el señor le empezó a explicar a su hijo que ellos estaban improvisando. A mi me interesó mucho eso de la improvisación y pregunté quien podía enseñarme y un amigo me dijo que fuera con Mario Romero, y eso hice.

¿Quién te recomendó a Mario Romero?
Carlos Topete, yo tocaba con Paco Rentería, fue mi primer hueso. Y llegó un percusionista que se llamaba Toño Pu, no se si lo conozcas, el tocó con Alejandro Fernández y es de ascendencia oriental. Entonces estábamos Paco Rentería, Toño Pu y yo, y el Toño Pu era muy amigo de Topete, entonces Carlos Topete nos vino a escuchar y platicando con el le dije: “Oye tocas increíble ¿Dónde aprendiste? Y me dijo que con Mario Romero y me llevó con él.

¿Y ahí estudiaste todo el curso que daba Mario?
Estudie ahí todo el curso y a veces, no sé si a Mario de repente la clase le daba flojera o que sería, pero me encantaba porque sacaba la televisión y ponía un vídeo y decía: “Hoy vamos a ver un concierto” y es cuando escuche Pat Metheny, a Pat Martino, Eric Johnson, todos esos. Y ya fue cuando conocí de otros géneros, porque yo conocía de clásico y flamenco. Es como mi amor platónico. Lo estudié un poco con Fernando Martínez Peralta quien ya murió, y ahí es donde también conocí la guitarra acústica, desde entonces el flamenco ha sido mi gran amor.

¿Lo sigues practicando?
No, lo que pasa es que en el flamenco si me topé con una técnica que es demasiado exigente y sólo es aplicada en el flamenco, entonces como yo si me enamoré de la música y quise vivir de eso, dije “Si nada más toco flamenco, de que voy a vivir?”. En el jazz si encontré una forma de poder vivir, porque dije: “Bueno es que si toco jazz creo que puedo tocar rock también, más que tocar jazz yo lo empecé a estudiar como una carrera, o sea no por tocar jazz.

¿Cuándo empiezas a tocar más jazz?
Pues fue coincidencia porque yo iba en mi carro con mi novia que era músico también y veníamos de un evento, una boda creo, pasamos por Pedro Moreno y nos tocó el alto justo frente al Haus Der Kunst, yo ni sabía que existía ese lugar y escuché música en vivo. Entonces dije: ¿Qué es esto? ¿Es en vivo? y nos bajamos y ahí estaba Tom Kessler, fue un día increíble porque creo que se transmitió por radio, supongo que era tu programa, entonces tocaron Klaus, Nathalie Braux y Willy. Fue muy chistoso que el semáforo nos detuviera justo frente al House. Yo no conocía a nadie en ese entonces pero empecé a visitar el House de forma regular.

¿Y ya de ahí te relacionaste con toda esta banda?
Si, le pedí clases a Tom (Kessler), pero sólo me dio unas cuantas clases porque se fue a estudiar a Texas, el me decía que estudiara un tema para ir a tocar al House, entonces me aprendí “Autumn Leaves” y llegaba yo todo nervioso y Tom me insistía que tocara y el Pichón me preguntaba qué iba a tocar y pues yo sólo me sabía esa pieza. Yo creo que la toqué seis meses! Ahí empecé a conocer a todos. Un día le pedí clases a Willy, me dió un par de clases nada más y a la tercera o cuarta clase me dice: “Te tengo una notica mala y una buena. La mala es que ya no te voy a poder dar clases porque ya eres como un compa y a mis compas no les doy clase y la buena es que mejor te invito a que te vengas a palomear, a tocar.” Entonces empecé a tocar y un día llegó Helmut, a quien le agradezco mucho porque fue como un papá para mi, y le dijo a Willy: “Te voy a proponer algo, yo quiero que Raúl toque y yo le pago, pero sólo si ustedes quieren.” Y eran Nahum, Juan Ayala y Willy. Yo no me la creía y si comencé a tocar con ellos.

¿Y cuanto tiempo estuvieron tocando ahí?
Yo toqué ahí cinco años, hasta que cerró el Haus.

¿Y después de ahí que es lo que te acuerdas que siguió?
Pues se intentó abrir un lugar que era como el Haus versión 2, El Colectivo se llamaba. En López Cotilla, pero no funcionó. Todos pensábamos que iba a seguir igual. Pero no funcionó, creo que lo manejaron mal.

En ese entonces, después de esa época en el Haus, ¿De qué otros lugares te acuerdas? porque ya no estaba el Copenhagen.
Tocábamos en el Rojo café, con Willy, el Pichón me invito a Jazz Cuatro, que era con Klaus, el Burrito en la batería, y entré yo en la guitarra. Tocábamos mucho en el Rojo y en festivales de Carlos de la Torre, toqué en cuatro festivales. Se hacían en el ex convento del Carmen, en el patio y adentro en el forito también. Y pues para mí fue impresionante porque era como si yo estuviera en lugar de Carlos de la Torre porque era el grupo del Pichón. Fue muy padre para mi ese inicio porque por un lado con Willy estaba el jazz contemporáneo y con Pichón todo el lenguaje tradicional.

En aquel entonces, ¿Había escuelas donde los músicos pudieran aprender jazz?
Que yo sepa, no no había. De hecho te voy a decir algo muy curioso que pasaba en el Rojo café, por ejemplo primero era el turno del proyecto de Willy, y luego me decía que presentara los temas de mi autoría y simplemente seguíamos tocando pero ya como el proyecto de Raúl Carrillo, era la misma banda, nomás nos girábamos y yo quedaba al frente. Los mismos cuatro músicos.

¿Y de aquel entonces a fechas recientes que cambios significativos has visto ahora en la escena del jazz?
Veo muchos más jóvenes interesados en esto, más bandas.

¿Crees que también se ha desarrollado un lenguaje más particular de Guadalajara, un jazz con una identidad más personal? porque me imagino que también incluso antes muchos grupos a lo que aspiraban era a tocar estándares y no tanto música original ¿Tú crees que ahora si existe una preocupación real de los músicos por estar tocando más que nada música original?
Si, veo chavos que incluso algunos nos escuchaban en el Haus y ahora tienen sus proyectos, me gusta. Creo que es padre que estén componiendo.

¿Y a nivel de oferta educativa, crees que se ha avanzado o que sigue siendo como antes que tenías que buscar quién te diera clases?
No, creo que ahí no se ha avanzado mucho, porque yo estuve de maestro en Fermatta, estuve cinco años y en la ULM también y pues no, un desastre. Creo que lo que haría falta es que algún músico muy reconocido al que todos le tengamos respeto y que el organice algo. Más bien alguien que sepa de educación sobre todo.

¿Y de conciertos que te acuerdes en estos últimos quince años?
El de Adam Rogers con Michael Blake en el Teatro Degollado, me acuerdo que estaba con mi novia y le dije exactamente que eso era lo que yo imaginaba con mi música , ya me lo ganó!, le dije. Yo quería hacer eso.

En ese concierto Adam venía como parte de la banda de Michael Blake, Adam en ese entonces era poco conocido acá ¿no? y sin embargo se llevó la noche. Yo me acuerdo que estaba sentada en primera fila, enfrente de Adam y no daba crédito, es decir Michael estuvo maravilloso, pero Adam era algo que te volaba el cerebro. Ya después vino a dar clases, para el seminario de jazz de Tónica.
Si, yo entré y estuvo bueno. El es muy serio y me gustó mucho que más que hablar de música y escalas, hablaba de algo que yo quería escuchar de él, de cómo aprecia la música, cómo comenzó, cómo estudia y cosas así, y muchos alumnos se decepcionaron porque sentían que no les estaba ensañando nada, porque a veces ni la guitarra tocábamos, pero yo pensaba: “Este tipo nos está enseñando todo, cosas valiosísimas y estos chicos no se dan cuenta”.

Claro, es padre que pueda ser empático y bajarse del pedestal ¿No? que tu lo puedes ver como el guitarrista maravilloso, pero a final de cuentas te cuenta que también sepas que tocó en una boda, tocando cosas que no le gustaban, que cobró tres pesos por varias horas, todo eso también habla del nivel que cada persona puede alcanzar si se lo propone.
Por supuesto, al platicar con él me di cuenta que tuvo un proceso muy similar al mío, somos seres humanos, entonces el mismo proceso que el vivió también yo lo viví o lo estoy viviendo pero en una escala relativa es igual.

¿Cómo ves a las nuevas generaciones de jazzistas en la ciudad?
Guadalajara se convirtió de pronto en una ciudad muy efervescente, de muchos proyectos, todo mundo está tocando y ahora hay mas lugarcitos y tienes el grupo de funk, de swing, de soul y de jazz contemporáneo o jazz más experimental o lo que sea, pero a veces son proyectos que están más preocupados por tocar todas las noches y descuidan el estudio. Entonces varios músicos que han tenido las experiencia de irse a la ciudad de México, como Vico o como Tom, decían: “Es que en México el nivel es otro y aquí es muy fácil decir: ya soy el guitarrista más chido de la comunidad ¿no?.
Creo que los chavos ahora, una opinión muy personal, se están brincando muchos procesos, o sea tocar mucho estándar es importante, porque es la base del jazz, tocar blues, las raíces. Y de repente ya ves a alguien que apenas salió de la escuela o ya sabe ciertas cosas y ya compone. Y ya presenta sus proyectos ¿no? cuando no pasó por todo el proceso que afortunadamente yo pasé para poder tocar mi música. De hecho ayer toqué con Nathalie y había que tocar temas que no me sabía, porque cada quién tiene sus temas favoritos ¿no? y yo dije “Bueno no me los sé pero te sigo y esa es una escuelota”. Yo fui a aprender y me pagaron. Pero ese proceso creo que se lo están brincando, están tratando de tocar el jazz como si fuera rock, sabes? ya quieren tener su banda rock y salir y tocar y en el jazz no puede ser así.
Yo antes de tocar un tema mío, que fue con Willy, no te puedo decir cuantas veces toqué estándares o temas de ellos, por años, Autumn Leaves por supuesto!. Entonces es un proceso que creo que se están brincando, y eso se nota en las composiciones porque les hace falta mas lenguaje, más improvisación. El entusiasmo es increíble y las ganas se les admira, cómo mueven los medios del internet y todo, yo estoy aprendiendo, pero si creo que a veces son tantas las ganas que se brincan esa parte, de ser paciente, de asumir que se necesita mucho tiempo, para justamente analizar un estándar como Autumn Leaves. Yo lo analicé de todas las maneras que pude y eso es lo que les está haciendo falta a los chavos de hoy.

¿Y tú por ejemplo que has tocado con un montón de gente no has sentido la necesidad de decir, ahora voy a concentrarme en mi proyecto, nada mas mío?
Pues si, pero aquí es cuando entra lo difícil de ser músico en México, vivir de esto. Entonces por ejemplo yo puedo tocar en el RIU con una cantante de pop y eso pues me lleva tiempo, esfuerzo y como nada mas vivo de la música pues tengo que enfocarme en tocar de todo y lo que sea y te quita tiempo. La verdad si estudio mucho y trato siempre de estudiar, soy muy estricto en eso, pero enfocarse en una sola cosa es lo más difícil ¿Quién se va a comprometer a ensayar? y eso ya es pedir mucho.

¿Y te ha tocado que digas esto no me gusta nada pero lo tengo que tocar porque es chamba?
No, a mi me gusta toda la música, por ejemplo ahorita tocó pop y me encanta. Claro pero hay pop que es muy bueno y hay otro que es horrible, igual como puede haber un grupo de jazz malísimo.

Como todo. Con la música tienes que ser abierto.
Muy abierto, Michael Jackson por ejemplo que es de mis ídolos, cuando me han entrevistado para algo de jazz lo menciono siempre y se ríen, pero en realidad él y Paco de Lucía hicieron que me interesara en la música, desde niño, yo esperaba sus videos. Me tocó esa época en la que afortunadamente en Siempre en Domingo presentaban Thriller y Bad.

¿Presentaban videos?
Si, decía Raúl Velasco: “No se pierdan al rato el video de Michael Jackson”. Algo que me acercó al jazz desde niño que yo después lo analicé, eran los especiales norteamericanos de navidad, de los Muppets o de Snoopy, o de algún artista que hacía su especial. Y yo no sabía que eran pero se me hacía tan bonita la escena, nevando afuera y la música de jazz con violínes, yo hasta después dije: “Eso que me gustaba era jazz, pero no sabía que era jazz”.

Yo me acuerdo, antes de hacer el programa que era muy clavada del cine de Woody Allen y en ellas siempre había jazz. Y además de esas rutas personales en las que cada persona se topa wn algún momento con el jazz, ¿Cómo se puede tener un público mayor o que más músicos se interesen en el jazz?
Yo entiendo mucho la actitud de la gente, no me desespero porque yo tarde mucho en apreciar, el jazz, cuando escuché a Michael Blake y Adam Rogers yo ya había escuchado por años todo tipo de música. Entonces yo nunca le he exigido a la gente que me aplaudan todo o que se hagan fanáticos del jazz, porque la gente no sabe. Si yo no sabía hasta hace poco, entonces yo no exijo. Muchos amigos se desesperan y se quejan de que la gente es muy ignorante y yo les digo que seamos pacientes porque el jazz no es la música con la que nacimos, digamos que mi música es Pedro Infante…mi mamá es de Sinaloa entonces los tríos, los Panchos, esa es la música es con la que yo crecí. Incluso a veces compongo algo, lo tocó y me dice un amigo y me dice: ¿Qué bolero es? y yo les digo: “No, no es bolero, es una rola mía, pero la hago sonar a bolero”.

Pero eso está bueno, es como una especie de rescate del género
Si, me encanta el bolero.

Que a final de cuentas yo creo que para eso es bueno conocer todas las raíces porque tú también tienes influencias que a lo mejor no son tan conscientes, todo lo que has escuchado a lo largo de tu vida o lo que has visto en el cine o lo que has visto de teatro o danza, todo eso a final de cuentas influye en la voz ¿no? en tu voz, y si por ahí te sale como un bolero pues escuchaste a Pedro Infante toda tu infancia. Y hay una relación que yo creo que es muy directa con el bolero y el jazz ¿no? o como el soul y el bolero.
Cuando doy clases siempre les digo a mis alumnos que si quieren empezar a tocar jazz, empiecen a tocar boleros también. El bossa nova, es una música que también me ayudó mucho, a acompañar a cantantes. Muchos músicos se quejan de acompañar a cantantes, por cambiar los tonos, aprenderte las canciones, pero para mi acompañar a cantantes ha sido mi escuela, te digo al rato lo voy a hacer.

Pero sabes que es bueno porque también como guitarrista aprendes a tomar otro tipo de papeles que no sea el guitarrista protagónico y acompañar a un cantante bien no es cosa fácil ¿No?
Si claro, no es fácil y no creo que se pueda ser guitarrista protagónico si no sabes acompañar, es imposible.

Es aprender a darle importancia, relevancia a cada instrumento, igual cuando estás tocando con más gente ¿No? no se trata de estar soleando todo el tiempo.
No no, la parte más importante es ser parte de la banda. Yo ahorita voy a tocar con una chava y que aunque somos un dueto, yo me considero que estoy atrás de ella, yo tengo que hacer que ella suene bonito, esa es mi meta. Y eso me da mucho trabajo, personalmente, entendí eso.