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Charla con Diego Franco


¿Cómo es tú primer acercamiento al jazz, sé que mucho viene de tú familia, pero cómo te involucras y cómo vas desarrollando como el gusto por el jazz y por tocar?
Pues sí, vengo de una familia de músicos, pero no precisamente del jazz. Empecé a tocar saxofón como a los doce años, música popular mexicana con mi papá y luego mi hermana me regaló un disco de John Coltrane, el de Giant steps, tenia quince años, entonces fue que comencé a interesarme por el jazz pero cuando vino Donny McCaslin a Guadalajara fue cuando la cosa explotó.

Dijiste: “Eso es lo que quiero hacer.”
Totalmente. Ya tocaba y todo pero realmente no quería ser músico, yo quería dedicarme a otra cosa.

¿Qué querías hacer?
Pues quería estudiar zoología.

Órale, o sea que la música era más una especie de inercia familiar, porque todos en la familia eran músicos.
Sí, así era. Era un camino con una inercia familiar, que igual me gustaba pero yo quería hacer otra cosa. Pero cuando vi a este tipo me clavé y ya fue cuando empecé a escuchar un montón de música y a juntarme con los músicos del jazz con Tom Kessler, con Christian Jiménez, con Vico Díaz.

¿Como en qué año fue?
Yo tenía como 16 o 17, en el 2009 o algo así.

Entonces te tocó todavía el Haus der Kunst.
Sí, de hecho fue una historia muy chida porque conocí a Christian Jiménez y me dijo: “Cáele al Haus der Kunst el Sábado porque estoy tocando con Lalo Melgar, el Pichón y Beto”.

Que quizá estaban supliendo a Tom que acababa de irse a Texas.
No sé, pero estaban ahí tocando, palomeé mi primer blues y entonces Helmut me escuchó, nos conocimos y me dijo: “¿No quieres tocar el jueves?” y yo dije sin pensar mucho: “Sí, ¿Éste jueves?¿Con quién?” y me dijo: “Pues todos los jueves, ármate una banda”

Así en caliente.
Ajá, y yo dije: “Pues va, sí quiero” y estaba empezando la prepa, entonces con mi hermano y con unos amigos empezamos a ensayar y a montar ahí rolillas que nos gustaban.

¿Se llamaba de alguna forma o no tenía nombre?
Sí pero no me acuerdo, era muy informal.

Pero, ¿Empezaron a tocar de forma regular?
Empezamos a tocar en el Haus der Kunst todos los jueves y de repente en otros lugarcitos que conseguíamos, era un tiempo para mí fabuloso porque estaba en la prepa pero me la pasaba tocando y aparte empecé a tocar con la gente de la ciudad, con Christian, con Willy, con Klaus.

¿Cómo era la escena cuando tú participabas con ellos?… ¿Qué tantos lugares había o cómo se nutría en ese entonces el jazz? … porque tampoco era tan fácil ¿No?
Pues era muy reducido, yo me acuerdo que de saxofonistas sólo podía ir a escuchar a Klaus y luego él me jaló para su Big Band, cuando empezó a hacerla, empecé a tocar ahí como y en ese tiempo sólo podías ir a escuchar a poca gente como a Willy.

No había muchos lugares tampoco.
No los había y por eso también me fui al DF, allá había más espacios y oportunidades para tocar y escuchar gente. Ahora tengo un buen rato que no me paso un temporada larga aquí, pero cada vez que vengo, me entero de más gente, conozco un montón de lugares de los que no sabía, o sea, evidentemente ha crecido bastante la escena, incluso a niveles inmensurables para mí porque todavía ni siquiera conozco a toda la gente que anda por acá, ni todos los lugares, cada vez que vengo son hallazgos importantes.

Eres de los músicos que empezaron a tocar muy jóvenes, yo me acuerdo que cuando hablas de esa etapa decíamos: “Ah, Diego Franco, es un chavito que toca muy bien”, pero ahora yo creo que también hay muchos músicos que están empezando muy jóvenes, quizá tu eras de los muy pocos que estando tan chavos ya tocaban un lenguaje como el jazz, pero ahora ¿Tú crees que hay más jóvenes que empiezan a tocar jazz?
Sí, que por eso quieren estudiar música y van directo al jazz. Cuando vivía aquí no me acuerdo de ningún amigo que me dijera “Vamos a escuchar el jazz y luego vamos al cine o cosas propias de la edad” no sé, no sé. (risas) y ahora sí veo un montón de morritos que están bien prendidos y súper estudiosos. La otra vez, justo donde he conocido es en los jams del Breton, y me doy cuenta de mucha gente muy joven no solamente interesada sino muy aplicados.

Eso a lo mejor no sucedía antes, porque tampoco tenías las herramientas o la información a la mano.
Claro, Sí, totalmente.

Cuando te mudas a la ciudad de México, ¿Cuál fue tu experiencia?, el de pronto verte en una escena que tiene muchos músicos con mucha más trayectoria.
Yo tenía ganas de irme a estudiar a una escuela pero más bien al principio que llegué fue cuando me di la chance de ir a escuchar a todos y a tomar clase con los saxofonistas que me gustaban. Eran un montón de músicos los que me gustaban y podía ir a escucharlos prácticamente a diario.

Esa fue la razón principal para moverte a la Ciudad de México?
Sí, empecé a ir de visita y luego pues como que ya quería un cambio y me fui para allá, quizá fue una decisión medio abrupta. Empecé a tomar clase con los saxofonistas que me gustaban y luego ellos me comenzaron a mandar de suplente a los proyectos o a chambas, entonces comencé a conectarme muy rápido y a tocar mucho y ya me quedé.

Y Ahora, ¿Sigues en DF?
Sí.

¿Y la idea es seguir ahí?
Pues los próximos años sí.

Y en qué momento crees que te encuentras ahora, es decir, te vas a la ciudad de México y tienes experiencias mucho más profesionales y también empiezas a desarrollar un proyecto más personal, estás ahora en Troker, pero también sé que estás en una búsqueda más personal así que te pregunto ¿Qué sigue para ti?
Quiero seguir en la música pero de una manera más personal.

Ok. Y en cuanto a músicos, en este momento, ¿Quién te parece que está haciendo cosas propositivas en Guadalajara, que te hayan llamado la atención, que no habías escuchado antes?
El otro día fui al Bretón con Christian y estaban tocando Richie Arreola, Juan Castañón y Armando Curiel, no sé si es un proyecto en forma pero me gustó mucho. Toqué unas rolas ahí también con ellos y me prendí bastante.

Eso en realidad es una cosa que improvisaron, salió de estar tocando con Los Outsiders, una banda que tenemos con la que tocamos soul y funk, pero creo que deberían desarrollar ese trío, a mi también me gustó mucho. Creo que es un buen ejemplo de las colaboraciones cada vez más frecuentes entre los músicos, con música original.
Exactamente, antes no había mucha música original y ahora de repente llego y justo con los jóvenes que he estado conociendo me dicen: “Hey ¿Qué onda? ¿Quieres ir a mi casa a tocar?, entonces voy y tienen música original. Eso es algo que no sucedía hace unos años.

¿Por qué crees que ahora es mucho más común? ¿Cuáles crees que han sido los detonantes o los elementos?
Pues quizá porque a nivel global la distribución de la música está mucho más cerca de nosotros, entonces pues nos gustan un montón de cosas y escuchas cada proyecto que sale y que es interesante, y creo que una de las cosas que motiva a componer a la gente es lograr sentir las mismas sensaciones que escuchas pero hacerlas tú, poder lograr eso de plasmar algo propio. Entonces pues yo creo que es por eso, todos tenemos esa inquietud de poder hacerlo.

¿Y Diego Franco hacia dónde quiere ir con su música?, ¿En qué formatos te gustaría trabajar ? porque tienes un cuarteto ¿No?
Pues tengo varias cosas en mente. Justo me gustaría hacer una cosa de música arreglada para metales, como un cuarteto de metales, esa es uno. También estaba pensando en un ensamble más acústico… porque estoy estudiando clarinete y clarinete bajo, entonces me gustaría hacer un ensamble más acústico y un poco rústico con instrumentos mexicanos, no música mexicana pero con esa instrumentación. Por ejemplo, Vico está tocando la leona en su proyecto y me gusta un montón. Entonces sería con clarinetes y con percusiones, acústico meramente.

¿Algo que fuera también como rescate de música tradicional mexicana?
Pues no de rescate precisamente, pero de inspiración si, un poco. Ni siquiera recreación de, ni siquiera buscar la mezcla de jazz y música mexicana. Como una parte que me ha tocado escuchar que no forma parte en las raíces pero que está presente en mi vida. Incluso para ese ensamble me gustaría escribir letras, como canciones o declaraciones orales de pensamientos que luego sólo con la música no logra transmitir uno esos mensajes tan objetivos por la abstracción… la percepción abstracta de la música que todos tenemos como personas.

Claro, la cantidad de lecturas que puede tener una pieza.
Quizá hay cosas que quisiera decirle al mundo, de forma específica.

¿Escribes tú? ¿También estas explorando esta parte?
Siempre lo he hecho para mí. Pero por ahí, a lo mejor saldrá algo, en algún momento.

Que bien!, ¿Conciertos que te acuerdes que te hayan marcado que hayas visto aquí en Guadalajara y que te marcaron quizá porque nunca pensabas que pudieran estar aquí?
Pues sí, el más… que me acuerdo que cumpla estas características fue el ver a Donnie McCaslin en vivo, escucharlo así, que me despeinara el aire de su campana, eso fue como… de hecho fue la experiencia más alucinante, porque de hecho fue la que me hizo querer ser músico.

¿Qué te pareció lo que después hizo con David Bowie?
Genial, la evolución que ha tenido es ciertamente algo muy inspirador para mí.

Y además de Donnie y Coltrane ¿Qué otros músicos que no sean saxofonistas han sido una influencia para ti?
mmm…déjame pensar… me ha gustado a nivel de composición la música de Guillermo Klein, me gusta mucho. Con Miguel Zenón él hizo los arreglos de metales para un disco en el que tiene una big band, pero no en una alineación común, es batería y luego un bombo legüero, por ahí y saxofones, es decir, tiene menos metales que una Big band regular. Los saxofones sí son como de una Big band y la música que hace me parece genial.

Y por último, Diego, ¿Tú qué crees que le hace falta a la escena musical, no sólo del jazz, sino en general, en Guadalajara para que pueda estar mejor?
Bueno, lo primero que se me viene a la cabeza es tiempo. O sea, son cosas que se cuajan y se maduran con el tiempo, como en el DF pasó, también el DF no es lo mismo que antes, por ejemplo, lo que me cuentas del DF de hace años, a pesar de que siempre ha sido una gran urbe, pues no tiene nada que ver con lo de ahorita. Ahorita ya hay mucha gente que se está yendo a estudiar y que están muy preocupados por formarse completamente como músicos, pero creo que también es un lugar, Guadalajara, donde se puede tocar si no tocas mucho, incluso si tus habilidades musicales no son muchas…lo que quiero decir es que siempre hará falta aplicarse con el estudio.

Digamos que es una escena menos exigente, ¿En comparación con la de la ciudad de México?
Sí, un poco, a mi me ha pasado, incluso en el DF me ha pasado que pasa el tiempo y la cosa del poder tocar un poco te puede orillar a mantenerte conforme y en Guadalajara pasa mucho eso, la gente se la pasa tocando, yo creo que la gente se la pasa toque, toque y toque y pasa el tiempo y no veo una evolución porque tocar te ayuda pero no es suficiente, si quieres mejorar, pues hay que estudiar. Creo que todos debemos preocuparnos más, no sólo por tocar, por conseguir tocadas y formar bandas sino por realmente meternos información y mejorar nuestras habilidades como instrumentistas o como compositores, creo que eso podría ayudar mucho.