Post Image

Charla con Archie Salcedo


¿Cómo es tu primer encuentro con la música en general y cómo después brincas al jazz?
Pues mira, mi primer encuentro con la música fue cuando yo tenia como 7 años, mi hermana era súper fan de Led Zeppelin, Grand Funk y Los Beatles, entonces gracias a ella empecé a escuchar música. Mi hermana se ponía a cantar en el espejo y yo me ponía a hacer como que tocaba la guitarra y todo eso. Y cuando crecí supe que tipo de música era lo que escuchaba. Al principio la música era un juego, pero cuando entré a la secundaria me di cuenta que ya quería tocar un instrumento. Empecé primero con clases de piano.

¿Enfocado a lo clásico?
Más que nada para poder acompañar canciones muy sencillas, yo no tenia pretensiones muy acá, yo lo que quería era poder cantar las canciones que me gustaban y todo eso. Al poco tiempo me di cuenta que el piano no se me daba mucho así que agarré la guitarra, se me dio mas fácil y me gustaba pegarle a la caja de la guitarra.

Ya se vislumbraba la percusión
Ándale, entonces empecé a meterme en ese rollo de la percusión, te estoy hablando de los 80’s en la ciudad de México, en ese entonces había casas de renta de equipo, que ya no existen, entonces tu ibas y rentabas una batería por un fin de semana, pagabas una lanita, y te la llevabas a tu casa, tocabas y todo, entonces hacíamos reuniones y yo me ponía a tocar ahí y entonces es ahí donde me empiezo a identificar con la bataca.

¿Ahí cuantos años tenías?
Sí, claro, entonces teníamos un amigo que tenia un programa en radio UNAM, se llamaba Memo y este cuate nos dio un día el disco de A Love Supreme de Coltrane, en acetato, y entonces mi papá nos dijo: A ver chavos escuchen esto, y a nadie nos gustó, se nos hizo una cosa muy loca pero ya después con el tiempo me empezó a gustar, y empecé a buscar información sobre esos músicos, yo ya sabía quien era Miles Davis pero no era muy fan en ese entonces, creo que a los 22 años empecé a clavarme en el jazz.

¿Vivías aún en la Ciudad de México?
Si, en México, ya después me metí en el circuito de los músicos de la ciudad, recuerdo que fui a ver a Fernando Toussaint varias veces al Arcano.

El Arcano!, la catedral del jazz en ese entonces. Con La Dosis tocamos un par de veces ahí.
No me digas!

Nos llevó Fer, porque había producido nuestro primer disco, pero claro que nosotros no tocábamos jazz. Imagínate el pavor de pararnos en ese escenario!... pero fue una gran experiencia.
Wow! ¿En que año los llevo?

Eso fue en el 95 ó 96.
Fíjate, y creo que el Arcano cerro un poquito después, yo tocaba ahí con un pianista que se llama Carlos Tercero.

Claro, es gran músico.
Sí lo es, y su hija cantaba, y yo toqué en el trío de Carlos Tercero y ahí conocí a Enrique Neri que me invitó a la orquesta de su hermano Jorge Neri, ellos ya murieron, entonces ya con Jorge en la orquesta pues empecé a conocer a un chorro de músicos y a relacionarme con más gente del medio, y ahí ya me definí por el Jazz, a hacer de la música mi profesión y empecé a acompañar a varios artistas.

¿Cómo a quiénes?
Pues a muchos de esa época, hasta con Gloria Trevi!

Que buenas historias!
Si, claro, antes de que se destapara todo.

Me imagino, en su buena época, además ella siempre tenía una buena banda, no?
Tenia una buena banda y el director se llamaba Hugo Loyo, un guitarrista tremendo pero más rockero y firmado por varias empresas, da conferencias y toda la cosa. El me invitó por que teníamos una banda que se llamaba Pabellón 5 y grabábamos para el sello Latino Internacional con Tony Méndez que era bajista de Kerigma. Tocamos en Rockotitlán varias veces y yo era en ese entonces super grunge, tenía la greña larga y todo eso.

¿Eso era en los 90’s?
Sí.

Seguro que nos topamos por que nosotros también tocamos por ahí un par de veces.
Claro, yo los vi anunciados, es que las bandas de Guadalajara eran la sensación en el D.F., todo el mundo decía, ahí viene una banda de Guadalajara y wow! .Todavía tengo ahí en mi Facebook las fotos de los volantitos que se hacían de Rockotitlán. En ese tiempo yo solo quería tocar jazz y de estudiarlo en serio así que me fui con el papá de Álvaro López, un baterista muy famoso de ese tiempo y luego conocí a Waldo Madera y toda la bola de capos.

¿Fernando Toussaint te llegó a dar clases?
Fer nunca me dió clases, sobre todo porque en esa época Fernando era muy especial, si no le caías muy bien o si no te lo hacías mucho tu cuate te decía “Yo no tengo tiempo, búscate a alguien más”, era muy directo y un extraordinario baterista. Además, el no se consideraba maestro, yo le decía maestro pero nunca le gustó que le dijeran así. Tony Cárdenas también era otro gran baterista de ese tiempo.

Claro, que tenía ya en ese tiempo a Antropóleo con Agustín Bernal.
Era una súper banda en ese tiempo, eran los meros meros ahí.
Total que me empecé a relacionar con todos ellos y me fui a nueva york unos tres meses más o menos y ya regrese súper empapado de ese rollo y decidí ya nada mas tocar eso, y estuve tocando unos años y ya fue cuando me vine para acá.

¿Por qué el cambio para Guadalajara?
Mi esposa es de aquí de Guadalajara entonces yo la conocí por que ella toca también la bataca, canta, toca la guitarra, la conocí por un grupo de amigos y fue justo cuando se estaba poniendo la cosa muy fea en el DF. , en el 98 o 99, te asaltaban en todos lados, yo vivía en la Roma Sur entonces y a cada rato estaban los asaltos y el trabajo ya no estaba tan chido como antes. Antes podías agarrar un hueso y salir de gira con Amanda Miguel, con Diego Verdaguer o con Laura Flores. Todos eran muy especiales, sobre todo Diego y cuando estaban juntos (con Amanda) eran insoportables, pero sola ella era buena onda, tocaba el piano muy bien, y me tocó la ultima colita de su fama, por que ahorita pues ya es pasado. Luego también toqué en la banda de Mónica Naranjo.

Eran los artistas reconocidos del pop de esa época.
Eran los poperos en ese momento pero yo no dejaba de ir a tocar al Arcano y seguir con el jazz.

Y entonces es que te mudas a Guadalajara
Me vengo a Guadalajara pues yo tenía varios amigos aquí como David Domínguez y Lalo Galván, y ni bien llegué, Lalo me invitó a participar en un un proyecto suyo y grabamos un primer disco, el de Confusión, ¿Si lo llegaste a escuchar?

Si claro, de hecho tengo el disco.
Pues es muy buen disco, participaron un chorro de músicos, Armando Ponce, Aldo Madera, Aarón Cruz. Y cuando lo grabamos conocí a Willy Zavala, entonces el me invitó a su proyecto que era su trio acústico, ya no era tanto fusión, empezamos a trabajar en el trío y ya desde ese tiempo para acá nos hemos dedicado a eso. Y yo ahora también tengo proyectos alternos.

¿Además de con Willy con quién más tocas?
Pues ahorita estoy en un trio con Fabricatore que es música más orientada al funk. Se llama Blue Sarape. Está tomando una buena dirección, también están Vico y Alan Fajardo.

¿Qué escenario te encuentras cuando llegas a tocar a Guadalajara?
Había muy pocos músicos, estaban los que ya iban de salida, o sea los que ya no querían tocar o los que ya no estaban tan expuestos en lugares, y por otro lado la generación de Willy, de Raúl Carrillo, y entonces empezamos a formar un núcleo de músicos. Vi varios grupos de chavos que formaban bandas, conocí gente como Saúl Cobián y todo ese tipo de músicos y de unos 10 años para acá de repente vi un crecimiento de chavos por todos lados que están tocando y que están fascinados con el género, una generación de músicos muy jóvenes que están súper metidos en esto.

¿Y tú crees que son generaciones que realmente están comprometidas con el jazz?
Mira, aquí pasan dos cosas, hay algunos que si y hay algunos que están encontrando trabajo fácil, entonces como ganan lana ya no les interesa tanto y ese ha sido el problema también por que es un circulo vicioso, por que los lugares, aparte de que vino lo del alcoholímetro y a partir de tantas cosas que han pasado han tenido que bajar sus precios y contratan a grupitos de chavos que más o menos tocan y pues ellos dicen que son los nuevos grupos de jazz pero no siempre es bueno lo que tocan.

Y a veces tienes un público que no es tan conocedor y lo que quieren es música en vivo, y quizá esos grupos tienen potencial pero que no están listos aún, tal vez se saltan muchos pasos?
Si claro, a muchos les falta revisar la historia. Yo por ejemplo, de los alumnos que tengo les digo siempre que tienen que revisar la historia, les recomiendo la historia del jazz con Ken Burns, que son doce episodios, es un documental impresionante.

Que además los puedes ver en línea.
Antes los podías ver en You tube pero los quitaron y ahora los puedes ver en Vimeo, y con eso los chavos se dan una idea muy clara de lo que es el jazz. Luego vino ese boom de sacar rolitas de rock como bossa-nova, muchos chavos creen que eso es jazz y luego les pones algo de Miles Davis o de free jazz y dicen, ¿Qué onda con eso?. En cierta forma es nuestra responsabilidad estarlos educando, por que fue lo mismo que pasó con nosotros. Yo siento que debo ir pasando la estafeta de lo que he aprendido.

Porque tuviste a alguien que te mostró por donde ir.
Claro, que me decía escucha esto y aquello y así.

¿Crees que hay una escena actual en la que los músicos realmente se compartan, que se estén retroalimentando?
Está el tema de los intereses personales, el tema del ego, el hecho de que muchos chavos son muy susceptibles, y a algunos de ellos les puedes dar un consejo en buena onda y lo puede tomar mal, muchos de los chavos de ahora están en ese rollo y ellos empiezan a formar sus propios círculos y se aíslan.
Hay un grupito de músicos que son mis amigos, que yo conozco que tocan entre ellos, que jamás le van a hablar a alguien más por que se van a sentir intimidados y pues no quieren eso. Entonces yo lo que les comentaba era que yo en mi época era lo que buscaba, el reto, el que te cuestionaran y eso te hiciera ser mejor, es lo que pasa en la escena de Nueva York, para tocar ahí te tienes que empezar a partir el lomo con ese tipo de gente.

Exacto, porque resulta que hay 80 mejores que tú.
Así es, entonces empiezas a encontrar tu personalidad, tus amigos y eso es lo que les gusta, que tu pases ciertos controles y ya empiezas a ser tu, ya no te hablan por que tú eres mejor sino por que necesitan un sonido característico que ellos quieren y eso es lo que pasa ahí. Pero acá yo pienso que muchos de estos músicos están en grupitos muy cerrados y no entra nadie más.

¿Qué crees que debería pasar para que cambie esta situación?, para que pudiera hablarse de una escena mas compacta mas propositiva.
Pues mi por parte, como alguien que ya lleva mas tiempo diría que hay que estar mas abiertos, porque también nos hemos cerrado a decir éste no, o no dio el ancho, y pues a veces te quedas con la primera impresión y no les damos chance, por que ellos están en una etapa de desarrollo, la misma por la que muchos pasamos y debemos de alentar y todo ese proceso. Pero claro que hay muchos músicos aquí en Guadalajara que han comenzando de cero y se han ido desarrollando. Me viene a la menta el Malambres, empezó tocando con Raúl Carrillo, Raúl le fue compartiendo cosas y de repente lo invitaron al trío y poco a poco fue avanzando, y como es un cuate súper aferrado les pidió que no fueran buena onda con él, que le exigieran, siempre ha tenido muy buena actitud y ahorita esta tocando increíble, pero no todos tiene esta actitud, también hay quienes dicen a mi me vale yo estoy bien con mi bandita y no me interesa ir mas allá. Cuando vienen músicos a eventos que organiza Tónica, o al Blumental, quisiera ver sentados a muchos chavos y no están por que no les interesa y pues ahí es donde creo que se debería trabajar con ellos.

Y de que conciertos te acuerdas en los últimos 15 años que hayas visto aquí que te hayan movido el piso?
Wayne Shorter, me encontré un lugar justo abajo del escenario donde estaba tocando Brian Blade, fue impresionante, me gustó mucho, varios conciertos de Tónica han estado muy bien, Adam Rogers en el Degollado con Michael Brecker fue una locura, Aaron Goldberg con su trio también estuvo increíble.